El Foro Ignaciano de Frontera Sur en Nador dedicó la mañana del jueves 16 de abril a contemplar, reflexionar y escuchar lo que Dios nos quiere comunicar en este tiempo pascual desde la Frontera Sur: Tiempo de desierto, de escucha, de compartir en común.
José Ignacio García, delegado social de europeo planteo unos puntos para la reflexión y contemplación tomando como referencia a los de Emaús: La transformación por el reconocimiento (Lc. 24). Esta transformación que viven los discípulos de Emaús como un proceso.
Primero, los de Emaús salen huyendo de Jerusalén. ¿Qué ha ocurrido allí? Nada que perder, todo por ganar. Segundo, en el encuentro con Jesús comienzan a desmitificar, lo mismo a lo que se nos invitaba: desmitificar la frontera, caer en la cuenta de la penuria y los intereses que se generan, aun cuando nos preocupemos con la sensación de estar “tapando el sol con el dedo”. Tercero, el momento luminoso cuando reconocen a Jesús al partir el pan: ¿Qué luces he incorporado después de este tiempo en Nador? Cuarto, “ardía nuestro corazón”, los discípulos reconstruyen su relato y lo vivido: ¿Cuáles son los sentimientos predominantes en mí? ¿Cómo podría canalizar esa energía? Finalmente, el regreso, el nuevo comienzo: ¿Qué podríamos hacer diferente? ¿Qué no estamos haciendo? ¿Qué podríamos hacer juntos?
Después de esta invitación nos trasladamos a la playa de la Botana desde la que se puede contemplar Nador, el Monte Gurugú, la Marchica y de dos en dos, como auténticos discípulos de Emaús, fuimos viviendo este tiempo de desierto y discernimiento compartido.