Jesuitas España

Por el respeto a los derechos, también en las fronteras

El Servicio Jesuita a Migrantes se une a tantas voces que reprueban el incumplimiento de los procedimientos de devolución y la aprobación de un régimen especial para impedir las entradas irregulares de personas extranjeras en Ceuta y Melilla. Son prácticas y normas que hacen retroceder el Estado de Derecho, y que nos envilecen como sociedad.

1. La creación de un marco legal diferente para Ceuta y Melilla no tiene justificación posible. No había vacío legal. La ley de extranjería regula muy claramente la forma de gestionar los intentos de entrada irregular en el territorio español. El propósito de la reforma es soslayar los derechos humanos en la ejecución del control de fronteras.

2. La reforma crea una nueva figura jurídica: el rechazo en el perímetro fronterizo de Ceuta y Melilla; pero no le da contenido. No define en qué consiste el rechazo. Ni detalla el procedimiento que debe seguirse. Ello causa una máxima inseguridad jurídica. El Gobierno debe establecer y clarificar urgentemente:

• Cómo deben proceder las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que intercepten a personas extranjeras mientras tratan de superar los elementos de contención fronterizos en lo tocante: al trato personal, a la conducción a los puestos habilitados para el paso fronterizo, a la comunicación de los derechos que asisten a las personas interceptadas y su garantía.

• Un procedimiento efectivo de asilo en Ceuta y Melilla, que garantice el acceso a protección de aquellas personas que lo precisen, se produzca su entrada de forma regular o irregular.

3. En cualquier caso, la aprobación de la reforma impide seguir practicando las llamadas “devoluciones en caliente”. Van en contra de la normativa internacional y comunitaria de la que España es parte, cuyo respeto la reforma menciona expresamente. No puede hacerse retroceder a la fuerza a Marruecos a migrantes y posibles refugiados de forma colectiva y sin ningún procedimiento, al margen de cualquier trámite, sin saber siquiera quienes son ni haberles dado la posibilidad de hablar, sin considerar su estado de salud.  

4. También manifestamos nuestro estupor por la forma en la que se ha tramitado esta reforma tan relevante: introducida como enmienda a otra ley que estaba en avanzado estado de tramitación, se ha hurtado todo el proceso previo de discusión y análisis por otros órganos del Estado y por la sociedad civil.

El Servicio Jesuita a Migrantes defiende que se utilicen estándares democráticos en los controles de frontera. Igualmente, insta a la sociedad a incorporar el valor de la hospitalidad y rechazar la concepción del inmigrante como un peligro. Ello implica, siquiera sea en su mínima expresión, unas mínimas garantías y procedimiento en la devolución de quienes intentan entrar en territorio español, por más que sea fuera de los pasos fronterizos habilitados. Reclamamos hospitalidad y la practicamos, y seguiremos acogiendo a las personas migrantes y refugiados, a pesar de los intentos por criminalizarlos.

26 de marzo de 2015

Personas de contacto:  Miguel González, Coordinador SJM, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. -  Cristina Manzanedo, Pueblos Unidos, Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.