Hace menos de un semana se ha desarrolló un Encuentro de Comunidades de Hospitalidad (CoHo) en la Casa San Ignacio de Madrid. A este encuentro asistieron comunidades de toda España en las cuáles se comparte vida y techo con personas en mayor vulnerabilidad.
Releyendo algunos de los ecos y recordando lo vivido reconocimos un encuentro que mereció mucho la pena:
"Poder compartir nos ayuda a ir creciendo y haciendo proceso y camino. Reafirmación en que en el encuentro comunitario hay mucho de Dios y del origen de la vocación cristiana y evangélica." "Me quedo con las personas."
“Desde las experiencias vitales personales se intenta dar lo que uno tiene y puede, desde la ‘normalidad’ de la vida.”
“La importancia de vivir desde lo celebrativo, las alegrías y las tristezas. El impacto sanador que tiene vivir así, desde el compartir y celebrar la vida. Desde esta perspectiva se relativizan otros aspectos y se apunta a lo esencial.”
"Planteamientos compartidos entre laicos y jesuitas. Abrir nuestras casas nos cambia la vida, la combinación el encuentro de las vocaciones ignacianas de jesuitas y laicos parece una llamada a compartir camino." "Podemos ayudarnos mutuamente, afianzar procesos." "Una realidad a cuidar y por la que dar gracias"
"Hay otros, gente cercana deseos de conocer otras maneras de estar y compartir y a veces no somos tan visibles. Importancia de podernos comunicar y ofrecer. Visibilizar las experiencias. Es importante cuidar lo valioso."
“No olvidemos que es una respuesta a una llamada que no depende de nosotros. Responde a un proyecto de Dios. No es cuestión de personalismos o cabezonerías, sino de superar miedos y estar abiertos/as.”
Los objetivos centrales del encuentro que eran sobre todo conocerse y re-conocerse, acompañar los procesos y visibilizar una riqueza y camino común compartido, se cumplieron ampliamente. Contamos asimismo con la presencia del P. Provincial en una parte del encuentro.
Hay mucho camino por recorrer en cuanto a la Hospitalidad, un camino abierto y de aprendizaje mutuo. Pese a eso, constatamos que la hospitalidad renueva nuestras comunidades, ayudándonos a crecer en compromiso y generosidad.
La Iglesia vive estas CoHo como una bocanada de aire fresco, como un signo de revitalización de la vida en común y signo del anuncio del Evangelio. Decía San Ignacio que “la amistad con los pobres nos hace amigos de Dios”. El mismo Papa Francisco nos recuerda en diversas ocasiones cómo la vulnerabilidad y la pobreza son lugares privilegiados de encuentro con Dios.
Si quieres conocer más sobre las CoHo pincha aquí.