Jesuitas España

Entreculturas reclama la creación del Día Internacional para la Erradicación del Matrimonio Infantil, Precoz y Forzoso

Durante las sesiones de acompañamiento psicosocial del programa La LUZ de las NIÑAS (que la ONG jesuita Entreculturas lleva a cabo junto a Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados), cientos de niñas de países como Sudán del Sur, Nicaragua o Guatemala dibujaron lo que han vivido o temen vivir: matrimonios forzados, violencia, pérdida de la infancia.

“Hay cosas que ninguna niña debería tener que dibujar”, subraya Entreculturas. Las niñas que participan en La LUZ de las NIÑAS suelen expresarse a través del arte en las sesiones de acompañamiento psicológico. En muchos de esos espacios, los equipos locales se encontraron con algo inesperado: dibujos de bodas forzadas, novios adultos, embarazos precoces o abandono escolar. “Las niñas nos sorprendieron con la fuerza de lo que contaban a través de sus dibujos”, explica Laura Lora, técnica de La LUZ de las NIÑAS.

En la actualidad, más de 640 millones de mujeres fueron casadas siendo niñas. A pesar de ciertos avances, el progreso es insuficiente: al ritmo actual, serían necesarios 300 años para eliminar esta práctica. Las consecuencias son devastadoras: abandono escolar, embarazos precoces, mayor exposición a violencia sexual y física, y perpetuación del ciclo de pobreza.

Por eso, en el marco del Día de la Niña (conmemorado el 11 de octubre), Entreculturas reclama a Naciones Unidas la proclamación de un Día Internacional para la erradicación del  Matrimonio Infantil, Precoz y Forzoso, como herramienta clave para visibilizar, movilizar recursos y acelerar la erradicación de esta realidad inaceptable.

Avances insuficientes y falta de acceso a la educación

“Me preparan para casarme, no para aprender. Mi tía dice que debo aprender a cocinar y limpiar, no ir a clase. Tiene miedo de que sea una vergüenza para la familia si no sé hacer bien las tareas del hogar cuando me case”, relata una niña de 12 años de Sudán del Sur.

Como recoge el nuevo informe de La LUZ de las NIÑAS, el matrimonio infantil afecta de forma desproporcionada a las niñas y se concentra en los países más empobrecidos y en contextos de crisis. En África Subsahariana, una de cada tres niñas es casada antes de los 18 años. En Guatemala, se registraron en 2022 casi 10 partos diarios en niñas de entre 10 y 14 años, muchos vinculados a violencia sexual. Según una encuesta, realizada por Entreculturas en 2023 en Yambio, Sudán del Sur, el 82,5% de las niñas entrevistadas asegura haber sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. 1 de cada 8 de ellas ha sufrido violencia sexual, secuestro o matrimonio infantil.

Algunos países han dado pasos importantes: Perú prohibió totalmente el matrimonio infantil en 2023, Colombia aprobó una de las legislaciones más completas de América Latina en 2024 y Malaui lanzó su Estrategia Nacional contra el matrimonio infantil. Sin embargo, estos avances conviven con retrocesos en contextos como Afganistán, donde la prohibición de la educación secundaria para niñas ha impulsado nuevamente los matrimonios tempranos.

Cuando una niña no puede continuar sus estudios, su riesgo de ser casada aumenta drásticamente. La escuela suele ser su único entorno protector. Según la ONU, dos de cada tres matrimonios infantiles se podrían evitar si todas las niñas completaran la educación secundaria. El 90 % de las niñas casadas están fuera de la escuela, una realidad que da cuenta de cómo el matrimonio interrumpe la trayectoria educativa.

La propuesta de Entreculturas

Desde 2012, el programa La LUZ de las NIÑAS, impulsado por Entreculturas junto a Fe y Alegría y el Servicio Jesuita a Refugiados, ha acompañado a más de 70.000 niñas en 20 países, garantizando su derecho a la educación, a una vida libre de violencia y a decidir sobre su futuro.

Entreculturas pide a Naciones Unidas la proclamación de un Día Internacional contra el Matrimonio Infantil, Precoz y Forzoso, con tres objetivos principales:

  • Visibilizar esta forma de violencia en la agenda política global.
  • Movilizar compromisos y recursos para programas de prevención y protección.
  • Unir las voces de gobiernos, sociedad civil y, sobre todo, de las propias niñas.