Fundación Ecca Social se ha presentado hoy oficialmente en un acto simultáneo en seis comunidades autónomas, las cuales estuvieron conectadas a través de streaming durante la primera parte del evento. Mientras, en la segunda parte del encuentro cada sede presentó, ya de forma independiente, contenidos diferenciados y aterrizados a la realidad local de cada comunidad autónoma.
La encargada de dar la bienvenida y comienzo al acto de presentación fue Ana Giménez, subdirectora de Fundación Ecca Social, que señaló que tras año y medio de muchísimo esfuerzo y trabajo la fundación “ya es una realidad”, desvelando que su misión “se centra en contribuir a la construcción de sociedades más justas, equitativas, igualitarias, interculturales, diversas y sostenibles, desde el acompañamiento y la colaboración”.
Fundación Ecca Social se presenta como una nueva organización que recoge el testigo de Radio Ecca Fundación Canaria en la gestión de proyectos con fines sociales y de cooperación, que se remonta al año 1992 y que en sus últimos años de actividad había experimentado un crecimiento que exigía su reconversión en entidad propia. Lo puso en valor José Mª Segura, director general de Fundaciones Ecca, al presentar oficialmente la entidad: “Hoy es un día grande para nuestras alianzas, para las personas que acompañamos”, al tiempo que anunció que la nueva fundación amplía el horizonte de su misión al incorporarse al área social de la Compañía de Jesús.
Ecca Social nace del acuerdo entre la Compañía de Jesús y Radio Ecca Fundación Canaria para, según palabras de su director general, hacer más efectiva su misión: “Llevamos 30 años acompañando a personas para que encuentren un futuro digno y decente, pero ahora lo haremos con un nombre propio y una estructura propia que nos hará más eficientes y ágiles". Seguirá apoyándose en el acompañamiento, la formación, la orientación al empleo y la sensibilización, y con vocación de crecimiento; "la Fundación Ecca Social está llamada a desplegarse y a crecer. Nuestro ADN, nuestro horizonte, es seguir colaborando, seguir soñando y dejar que el espíritu nos lleve allá donde más necesaria sea nuestra misión”.
Bajo el lema “Acompañamos personas, construimos futuro”, Ecca Social está presente en siete comunidades autónomas –Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias, Extremadura, Galicia, Madrid y Murcia– y en cinco países –Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mauritania, Senegal y República Democrática del Congo–, apoyando a una media de 26.000 personas a través de más de 150 proyectos.
Alberto Ares, director del Servicio Jesuita a Refugiados (JSR) en Europa y experto en migraciones europeas, destacó el lema de la fundación como “una frase que caracteriza un modo muy concreto de entender la vida, porque Ecca Social acompaña a las personas de una manera cercana, humana, mirándolos a los ojos”, y se sumó a la celebración por el lanzamiento de esta nueva entidad destacando que es “una llamada a ponernos manos a la obra, con esperanza. No solo miramos hacia el futuro, sino que lo intentamos construir".
Tras la presentación de la fundación, se han celebrado mesas redondas de forma simultánea en seis comunidades autónomas en torno a temáticas relevantes para cada contexto territorial.
En Extremadura, bajo el título “Construyendo Puentes de Inclusión”; en Andalucía, poniendo el foco en los desafíos y propuestas innovadoras para la intervención con menores y familias en situación de vulnerabilidad; en Murcia, analizando la violencia de género; en Galicia, debatiendo acerca de los retos actuales de la inclusión social; mientras que Madrid lo hizo alrededor de “Entidades Sociales y Educación: una oportunidad para esperanzar”.
Por último, la mesa redonda en Canarias se centró en derechos humanos y los retos de las migraciones. Patricia Hernández, abogada especializada en derecho migratorio, describió la realidad de la movilidad humana como “uno de los paradigmas de la exclusión social y una violación de los derechos humanos”, y reivindicó la necesidad de colaborar para construir una ciudadanía global: “la sociedad canaria guarda de un modo muy fiel su pasado como sociedad migrante. Tenemos un deber de memoria, de recordar por qué se declararon los derechos humanos, de recordar a las víctimas. Esta es nuestra trinchera contra la barbarie”, recordando que migrar es un derecho.