Jesuitas España

El Sector Social acompaña a las personas más vulnerables en la crisis

La respuesta de las centenares de personas y las veinticinco obras que formamos el sector social de la Compañía de Jesús en España ante la emergencia derivada de la crisis sanitaria del coronavirus viene siendo más intensa que nunca en medio del estado de alarma. Sigue existiendo una gran diversidad de situaciones frente a la emergencia actual con diferentes formas de enfocar, aproximar y mantener el acompañamiento con las personas que más sufren las consecuencias de la pandemia. En medio de esta diversidad nos sentimos unidos en la misión y tanto el deseo de continuar la labor cotidiana de acompañamiento, servicio y defensa como la voluntad de responder emergencia siguen intensificándose en esta coyuntura tan dramática y extraordinaria.

Las consecuencias de la crisis derivada de la pandemia del COVID19 son aún imprevisibles, aunque desde el trabajo en el ámbito social se puede apreciar una especial vulnerabilidad en la que se encuentran las personas y familias a las que acompañamos. Falta de ingresos, carencias de acceso a recursos básicos (alimentación, prestaciones sociales, equipos electrónicos para educación...), trabajos precarios sin medidas de prevención suficientes o alteraciones psicológicas derivadas de un confinamiento prolongado son algunas de las circunstancias que intentamos acompañar en esta situación. 

Se continúa combinando la actividad telemática, que supone la gran mayoría, con una serie de actividades que no pueden realizarse a distancia, como son el reparto de alimentos y otros suministros, el acompañamiento postpenitenciario, el seguimiento en centros tutelados o la atención a personas en situación de calle. Aún así, el horizonte nos marca una progresiva reapertura de los centros conforme avance la desescalada del confinamiento y la reactivación de la actividad laboral. Estar disponibles en la atención presencial será la mejor forma de medir el impacto real de esta crisis y la mejor manera también de seguir acompañando las vulnerabilidades existentes. 

Algunas claves de la labor del sector social durante esta emergencia

Estos son algunas de las líneas principales en las que están centrando su acción de emergencia las obras de sector social

  • Acompañamiento educativo, psicosocial y legal. Incluye el acompañamiento a personas en situación pospenitenciaria, a personas migrantes y refugiadas, a trabajadoras de hogar y cuidados, acompañamiento educativo a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias en situación de vulnerabilidad social, así como la coordinación con instituciones locales y otras organizaciones .  
  • Acompañamiento residencial. En pisos de acogida, centros de protección residencial y de emancipación, Comunidades de Hospitalidad, mediante apoyos logísticos, humanos para su protección y cuidado. 
  • Otros servicios. Acceso a información y orientación sobre derechos, canales virtuales de atención legal y social, formación a distancia, reconversión de la atividad de empresas de inserción y economía social para asegurar mantenimiento de actividad y empleo. 
  • Trabajo de monitorización de derechos humanos, específico en CIE y frontera Sur. 
  • Acompañamiento laboral. Seguimiento individualizado de personas que se acompañaban, desarrollo de itinerario de inserción.
  • Ayuda a la brecha digital. Atender a necesidades de equipo informáticos, acceso a Internet y desarrollo de competencias digitales de las personas acompañadas; y de digitalización de servicios de las obras. 
  • Ayudas materiales de primera necesidad. Atención de emergencia a jóvenes extranjeros sin hogar, ayudas directas de alimentación y bienes de primera necesidad, suministros, alquileres, comedores sociales… 
  • Acompañamiento a nuestros equipos en situación de confinamiento. Cuidar de las personas que forman parte de las obras supone también un reto importante en este contexto. Se acompañan los equipos de emergencia, aquellos que teletrabajan, las situaciones de estrés que se puedan producir, etc. Es una prioridad el articular el cuidado a las personas de la forma más cercana y cariñosa en esta situación de incertidumbre.  
  • Solidaridad Internacional. Las obras del área de cooperación centran su actividad en la educación y el acceso a ella en situaciones de emergencia, la prevención y sensibilización para evitar riesgos de contagio, la seguridad alimentaria y el derecho a ella, la ayuda humanitaria a poblaciones con alta vulnerabilidad, la atención especial a niñas y mujeres, y una recuperación económica temprana tras la crisis.  

La situación post-covid también se está explorando en el seno del sector social. Aún no se conoce con certeza cuáles serán las principales emergencias detectadas pero sí se pueden apreciar algunas líneas que atender una vez se vuelva a la situación normalizada:

  • Acompañar procesos de convivencia y participación en barrios y comunidades locales. Reconstruir el tejido asociativo, promover la solidaridad y el diálogo interreligioso, atender situaciones de exclusión. 
  • Iniciativas de Inclusión: prevenir la irregularidad sobrevenida, diseñar itinerarios, cubrir necesidades básicas. 
  • Empleabilidad y acceso a empleo. Medios de vida, formación, homologación de títulos académicos y experiencia laboral. 

Una última línea de acción se centra en la labor de incidencia política para la ciudadanía global, y el diálogo con las instituciones de gobierno a distintos niveles. 

  • Incidir en la ciudadanía global como eje fundamental para la promoción de una cultura de hospitalidad a nivel mundial, un modo de ver la realidad desde una óptica que engloba a toda la humanidad en su conjunto. 
  • Acceso a vías legales y seguras para personas migrantes, así como reestructurar las políticas migratorias para evitar riesgos a la integridad física. 
  • Prevenir informalidad e irregularidad, ahondando en medidas dirigidas a la regularización de personas migrantes con trámites pendientes y avanzar en el reconocimiento y homologación de titulaciones. 
  • Convivencia. Promoción de una cultura de hospitalidad e inclusión. De acogida y solidaridad. 

De igual manera, esta etapa de confinamiento puede suponer una oportunidad para una aproximación a una serie de recursos formativos online que varias obras han puesto en marcha. Cursos, talleres, charlas de debate. formaciones… La adaptabilidad a la situación a distancia requiere nuevas respuestas y propuestas para seguir cultivando el espíritu y reflexionando con profundidad sobre una realidad tan disruptiva en la que estamos inmersos. 

Estamos en medio de una situación que vivimos con gran incertidumbre. Son muchos los riesgos y necesidades inmediatos y, sobre todo, los que vislumbramos de cara al futuro, aunque aún no podemos definir bien. Nos continúa preocupando en primer lugar, dar respuesta la realidad de las personas vulnerables con las que trabajamos. Por otro lado, en el plano económico, vivimos con incertidumbre las consecuencias que esta crisis pueda tener para las obras del sector. La sostenibilidad de proyectos y estructuras es un foco muy importante en el que trabajamos de forma conjunta hacia una respuesta común que se anticipe a futuras restricciones y descensos de financiación externa; pero también recalcando la oportunidad para ampliar la acción social en un contexto de emergencia generalizada. Y muy especialmente nos ocupa el cuidado y acompañamiento de los equipos, voluntariado y participantes de nuestro programas en estos tiempos tan difíciles para todos.

Tratamos de generar una estructura común que reflexione sobre la situación actual con una mirada holística pero detallada, y al mismo tiempo sea capaz de aglutinar las buenas prácticas y líneas de acción en su conjunto para dar una respuesta que permita reducir la desigualdad que inevitablemente se avecina en este contexto de crisis COVID19. Desde el Sector Social seguimos unidos y unidas en la misión por la justicia social, adaptándonos a nuevas circunstancias, que en este tiempo tan difícil y doloroso se hace aún más necesaria.