Jesuitas España

Propuestas ante la Crisis en el Mediterráneo

El Mediterráneo está viviendo la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial. ¿Es posible conciliar los derechos fundamentales de las personas que viven este éxodo con las exigencias de la política europea? Esta dramática situación necesita de una respuesta integral a corto, medio y largo plazo. En este sentido, el Sector Social de los jesuitas en España, y en especial el Servicio Jesuita a Migrantes nos gustaría aportar algunas propuestas constructivas en este proceso.

TRES PRINCIPIOS

A.- La persona en el centro.-

Cualquier mirada ante esta tragedia humanitaria debería tener la vida de la persona y su dignidad como principio motor de cualquier respuesta.

B.- Es hora de la acción.-

Ante una tragedia de estas magnitudes necesitamos pasar de la compasión a la acción.

C.- Mirada y respuesta integral.-

 Este éxodo masivo tiene unas causas profundas que esperan una respuesta a corto, medio y largo plazo, y tiene implicaciones globales.

1.- PROPUESTAS A CORTO PLAZO 

1.1.- Acciones concretas de acogida y hospitalidad ante el drama de los refugiados.

El listado de tragedias en el Mediterráneo no hace nada más que engordar en los últimos meses (naufragios en el mar, niños sirios ahogados en la playa, 70 personas muertas en un camión en Austria, etc.). Estas terribles muertes representan las calamitosas consecuencias de las políticas migratorias europeas previas, más preocupadas por medidas de control y seguridad que por maneras de salvar vidas y proteger la dignidad humana. 

Europa necesita moverse de la compasión a la acción, tomando medidas concretas de ayuda humanitaria primaria (alimentos, sanidad), así como una política clara de acogida, distribución de cupos y asentamiento de personas refugiadas entre los 28 Estados Miembros. La Comisión Europea ha propuesto  un plan de reubicación de 40.000 personas eritreas y sirias llegadas a Grecia e Italia en otros Estados Miembros y aumentar significativamente las cuotas de reasentamiento de refugiados. Sin embargo, varios países europeos –España entre ellos- se han opuesto a esta medida. Y a pesar de la voluntad de la Comisión de sacar adelante este plan, las discusiones internas continúan. Alemania, sin embargo, se ha comprometido en la acogida de 800.000 personas este año y en otros países existen municipios e instituciones civiles que se están organizando para acoger refugiados. A modo de ejemplo existen programas ya en acción en Europa, como el JRS Welcome Program (Francia) y las Comunidades de Hospitalidad (España) que pueden ser una muestra de botón del desarrollo que desde la sociedad civil se pueden implementar. Creemos que en España debemos dar un paso al frente, como otros países europeos, en la acogida de personas refugiadas (somos un país de 46 millones de personas y sólo 1.500 plazas de acogida).

La Comisión Europea propuso un plan de reubicación cuyas cifras se han quedado cortas y que no ha podido ser consensuado por los Estados. Pedimos de manera urgente un plan europeo extraordinario de acogida e integración, dotado con recursos suficientes. La propuesta de reubicación y los criterios de distribución actuales se centran en la situación demográfica y económica de los estados miembros pero creemos que para que cualquier plan de reubicación tenga éxito debe tomar en consideración las necesidades y redes familiares de los propios solicitantes de asilo. El plan de reubicación también tiene que contemplar el apoyo urgente a los países de la frontera sur europea que constituyen el primer lugar de entrada de los refugiados: Italia, Grecia, Turquía, Hungría…

 La cumbre europea del 14 de septiembre se intuye de vital importancia, en la cual se puede presentar una propuesta de acogida de 160.000 refugiados para toda la Unión Europea, con una cuota de 15.000 para España. El gobierno español parece que está dispuesto a asumir el cupo que le asigne la CE. Como sector social y Familia Ignaciana pedimos al gobierno que sea generoso, pues estamos dispuestos a apoyar desde nuestras posibilidades, y trabajando en red con otras entidades de la sociedad civil, al mismo tiempo que con otras instituciones eclesiales.

1.2.- Protección en el tránsito y en las fronteras

Establecer mecanismos que aseguren la protección de vidas humanas y mecanismos eficaces de protección a lo largo de las rutas migratorias. En este sentido nos alegra la medida tomada por la UE de dotar de más recursos a FRONTEX para las tareas de salvamento de vidas en el Mediterráneo, si bien por todo lo que está ocurriendo en la actualidad nos parece insuficiente.

1.3.- Reasentamiento y apoyo a los países vecinos donde se concentran los refugiados

Ampliar el reasentamiento en Europa y otros países de personas refugiadas vulnerables que se encuentran actualmente en los países limítrofes y que son los que realmente soportan la mayor carga de personas refugiadas.

Apoyar a ACNUR y a estos países en la acogida de refugiados. El drama de los refugiados y el éxodo hacia Europa se ha agudizado debido la interminable guerra en Siria y la expansión del llamado Estado Islámico, y a que los países vecinos a Siria han ido cerrando sus fronteras desbordados por entradas masivas de personas: Turquía ha acogido a 1,8 millones de exiliados (el 2,3% de su población), Jordania a 630.000 (un 9,4%) y Líbano a 1,2 millones (un 27,9% de su censo). Asimismo, este éxodo se ha facilitado por el progresivo desmoronamiento de Libia donde desagraciadamente las mafias cada vez más van campando a sus anchas. Como ACNUR viene reclamando en los últimos años, una política europea de apoyo a estos países en la acogida de refugiados evitaría el drama que viven muchas personas al atravesar el Mediterráneo, que en muchos casos, son desplazamientos secundarios de personas refugiadas previamente en estos otros países..

1.4.- Habilitar canales legales y seguros de acceso a Europa y agilizar procedimientos

La medida más eficaz contra el tráfico de personas sería habilitar procedimientos de acceso legal y seguro a Europa para personas refugiadas. Este es un buen momento para establecer un visado humanitario europeo que permita acceso a Europa para solicitar asilo sin tener que tomar un bote para cruzar el Mediterráneo, saltar vallas o pagar a traficantes de personas.

1.5.- Medidas contra las redes de tráfico de personas.

La operación EUNAVFOR MED en el mediterráneo central meridional va  encaminada a recoger información y destruir los barcos de los traficantes. Esta medida resulta necesaria pero insuficiente. La agenda europea pone demasiado énfasis en la lucha contra traficantes y apenas ofrece detalles de cómo abrir más vías de acceso legal y seguro a Europa a los migrantes forzados. Si la Unión Europea decide destruir los barcos de los traficantes, ello no cambiará la situación de quienes están  decididos a alcanzar Europa a toda costa. Sin abrir más vías de acceso legal y seguro, esta medida puede poner en peligro la vida de estas personas forzándolas a permanecer en países que no brindan la adecuada protección.

1.6.- Dificultades de acceso a través de Ceuta y Melilla

En España, aplaudimos la creación en 2014 de oficinas de asilo y protección internacional en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. Pero son necesarias algunas medidas complementarias, imprescindibles para garantizar el acceso a protección internacional en la frontera:

  • Actualmente, las personas subsaharianas no pueden acceder al puesto fronterizo de salida de Marruecos y  las personas sirias lo hacen pero con algunas dificultades. Es necesario un nuevo acuerdo o protocolo de actuación entre los gobiernos marroquí y español.
  • Los solicitantes de asilo y los inmigrantes no pueden estar mezclados en los CETI, ya que la situación y derechos de estos dos grupos de población son muy diferentes, y porque así lo contemplan las legislaciones española y europea. La creación de oficinas de asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla tiene que venir acompañada de un dispositivo de acogida de solicitantes de protección internacional según el modelo de los CAR, que funciona satisfactoriamente en la península.

Las “devoluciones en caliente” y el uso de la violencia en el control fronterizo son prácticas moral y legalmente inaceptables que se han venido produciendo en el perímetro fronterizo de estas ciudades.  La reforma legal de abril 2015 ha creado un régimen especial de rechazo fronterizo para Ceuta y melilla sin que transcurridos más de cinco meses se haya clarificado en qué consiste dicho “rechazo” es muy preocupante la situación actual de indefinición y ambigüedad, que no puede mantenerse..  

2.- PROPUESTAS A MEDIO PLAZO

2.1.- Observatorios de derechos humanos en frontera. 

Pensamos que es muy importante que se promueva el emplazamiento de observadores internacionales de derechos humanos en las fronteras del sur de Europa (España, Italia, Malta, Grecia, Bulgaria), reconocidos por los Estados y con plena libertad de  movimientos para poder elaborar relatos independientes sobre el terreno que hoy por hoy no existen en materia de situación de los derechos humanos en las fronteras.

2.2.- Políticas de regularización

Nos parece una buena iniciativa  la campaña de regularización que se ha realizado en Marruecos en 2014, así como las que se realizaron hace ya unos años en varias ocasiones en España. Pensamos que una buena política de regularización ayuda sin duda a la integración y a la salvaguarda de derechos, así como a la construcción de tejido social. Así mismo, Europa pone en el diálogo con los países vecinos del Mediterráneo demasiado énfasis en cuestiones de control migratorio pero puede y debe también apoyar a estos países en la construcción de sistemas migratorios y de asilo respetuosos con los derechos humanos.

2.3.- Acuerdos de readmisión y otros acuerdos de cooperación con terceros países

Entre las personas que están llegando a nuestros países habrá quienes no puedan quedarse y comprendemos la necesidad de los acuerdos de readmisión firmados por la Unión Europea y España con sus países de origen. Pero pedimos (a) que se vigile que los acuerdos contengan efectivas garantías de los derechos humanos de los migrantes; y (b) que se supervise la ejecución de estos acuerdos a fin de asegurar que se garantizan los derechos de las personas repatriadas.

2.4.- Campañas informativas

 Sería muy interesante que en los puntos estratégicos de las rutas migratorias se pudiera distribuir información alternativa a la que suministran los traficantes de personas  a fin de que las personas migrantes conocieran mejor la situación, sus derechos en tránsito y las oficias o lugares donde poder acudir en caso de necesidad. 

3.- PROPUESTAS A LARGO PLAZO

3.1.- Reemplazar la legislación actual de la UE en materia de migración, refugio y asilo.

Defendemos la necesidad de reemplazar la legislación actual de la UE por una que permita gestionar a nivel europeo la cuestión de las migraciones en vez de depender de los intereses y decisiones nacionales.

3.2.- Responsabilidad de la Comunidad Internacional

Buscar soluciones a largo plazo respetuosas de los derechos humanos de las personas migrantes y refugiados. La responsabilidad de encontrar esas soluciones recae en la comunidad internacional, no solo en la Unión Europea ni en Estados Miembros concretos, y no debe jugarse a transferir responsabilidades a los países de ambas orillas del Mediterráneo  por su ubicación geográfica a lo largo de las rutas migratorias.

3.3.- ¿Y la cooperación internacional?

La gran mayoría de las personas que migran lo hacen forzadas por situaciones de conflictos, guerras, hambre o dificultades a la hora de salvaguardar sus derechos básicos. Pensamos que reforzar una política de cooperación y solidaridad con los países en mayor dificultad posibilitará que millones de personas no se vean forzadas a dejar sus tierras, en muchos casos viviendo auténticos calvarios personales y familiares.

Pedimos que los objetivos y resultados de dichas políticas de cooperación y desarrollo de la Unión Europea y de los Estados miembros no se vean mermadas por políticas de ese mismo gobierno o de la UE en otros ámbitos y, además, que esas otras políticas –comercio, medioambiente, seguridad, agricultura y pesca, empleo, investigación, transporte y energía, etc- apoyen los objetivos de desarrollo cuando ello sea posible.

3.4.- ¿Y la integración?

Por último, nos gustaría seguir animando a nuestros gobiernos para que no abandonen la otra cara de la moneda que se ve en la frontera, es decir, la convivencia social en nuestras sociedades plurales y multiculturales. Poniendo sólo la balanza en el control fronterizo, y no invirtiendo en hospitalidad, en integración, es dejar a la deriva a cientos de miles de personas en diferentes enclaves y barrios periféricos de nuestras ciudades. Creemos que una buena inversión en integración es invertir en el futuro de nuestras sociedades y de nuestro mundo.