Jesuitas España

Los jóvenes, más cerca de los migrantes

Dentro de las experiencias Magis de este verano, el Campo de Trabajo de Atalaya Intercultural acerca a los jóvenes participantes la realidad de la inmigración desde el servicio que presta esta red intercongregacional con sede en Burgos.

En dos turnos, del 13 de julio al 10 de agosto, jóvenes de 18 a 30 años han realizado diversas actividades. Entre ellas, una colonia para niños y niñas inmigrantes ayudándoles en sus carencias educativas, actividades para la mejora de la convivencia diaria y actividades lúdicas como talleres de manualidades, gymkhanas y disfrute en la piscina municipal. También, los jóvenes han contribuido impartiendo clases de español para adultos migrantes y participando en el buen funcionamiento del comedor para este colectivo, preparando la comida, sirviendo la mesa, fregando los platos… La experiencia también incluye ratos de formación sobre la realidad social en la que se insertan y oración comunitaria para recordar a dónde vamos y a qué.

Juan Lastra ha vivido su primera experiencia Magis aquí en Atalaya y nos lo cuenta así: «Para mí Atalaya ha sido una experiencia de encontrarme y perderme en los demás. Ha sido un tiempo en el que los demás han pasado a ser mi principal preocupación. Y en este darme a los otros me he sentido más pleno que nunca. Por eso creo que la mejor manera para describir esta experiencia es a través del testimonio de personas que han vivido lo mismo que yo y que sin duda alguna han sido un regalo que no me merecía»:

«Dos semanas bastaron para asegurarnos de que la felicidad no está en un móvil de ultima generación ni en las zapatillas de moda. Quince días en los que descubrimos que en niños de apenas 1,30 m está la felicidad, el cariño, la ternura, la sinceridad y el amor a los demás. Quince días para encontrar el agradecimiento y la amabilidad en personas que por dificultades de la vida tienen que ir a un comedor social. Quince días en los que aprendimos que hay gente que llega a poner su vida en riesgo para conseguir una "mejor vida". Quince días para conocernos, descubrir y crecer. Quince días para darnos cuenta que la verdadera felicidad se logra cuando hacemos felices a los demás.» (Ale)

«Atalaya ha sido abrir el corazón y dejarse conmover por la vida y las historias de personas que han tenido menos oportunidades que yo. Ha sido una acogida y un derroche de cariño recíprocos. Sobre todo, gracias.» (Ana)

«Es un regalo de la vida poder servir a los demás. Ser tú quien regala tiempo y corazón a personas que lo acogen con tanto agrado es una fortuna inmensa que la experiencia me ha brindado.Disfrutas compartiendo vida con tus iguales, dando y recibiendo exponencialmente. Una vivencia que llevaré siempre conmigo.» (Julia)

«Cuando vives experiencias así tiendes a replantearte muchos aspectos de tu vida. Yo he aprendido que hacer feliz a un niño en un país que no es el suyo es una gran victoria para el largo camino que han tenido que recorrer sus padres para poder darles una oportunidad mejor. He aprendido que un comedor social no es un simple servicio público a gente sin hogar, sino un sitio donde sirves a tus comensales a cambio de miradas, gratitud y trabajo en equipo. Y por último he aprendido, que las personas siempre van antes que las fronteras y que servir a los demás es la luz que alumbra muchos de los aspectos oscuros de los que hablaba al principio» (Andrea)