Jesuitas España

Pascua Melilla 2019: Ven y verás

Como cada año desde hace ya tres, se ha celebrado la Pascua de Melilla. Con el lema “Ven y Verás”, se ha invitado al grupo de jóvenes adultos que ha venido desde distintos rincones de España a acercarse a las fronteras del mundo. También había otra invitación de fondo: abrir los ojos a la realidad migratoria, pero no como analistas, sino con los ojos de Jesús.

Comenzamos la experiencia con una invitación: “Vosotros ya habéis hecho el ‘ven’, se nos decía y «a partir de ahora todo lo que viene es ‘verás’”. Esta experiencia se organiza desde un equipo formado por las Religiosas de María Inmaculada y la Compañía de Jesús. Son las RMI las que nos abren las puertas de su casa en Melilla para hacer esta experiencia posible.  

En la Pascua de Melilla, además de vivir los oficios del Triduo Pascual, pudimos rezar el Viernes Santo el Vía Crucis, en el parque de Rostrogordo, junto a la valla que separa Melilla con Marruecos. Es en esa valla donde de manera habitual cientos de personas venidas de África tratan de llegar a España en busca de una vida más libre, segura y próspera. Por la tarde, antes de celebrar la pasión del Señor, pudimos escuchar los testimonios de varios jóvenes que compartieron sus trayectorias migratorias hasta que llegaron a Melilla. Un recorrido que pasa, por más de ocho países en distintos medios de transporte a merced de las mafias.

El sábado por la mañana, tras la puesta en contexto del día, por parejas, hicimos un Camino de Emaús, desde el Centro de Menores no Acompañados hasta el centro de la ciudad: una experiencia de encuentro con otras personas con inquietudes similares.  Tras la comida, cruzamos hacia Marruecos, en dirección a Nador, donde nos explicaron la importante labor que desarrolla la Iglesia en apoyo a la población más desfavorecida, especialmente con migrantes por parte de la Delegación Diocesana de Migraciones, y también con otros colectivos como jóvenes y mujeres, así como personas discapacitadas. El centro de toda esta visita fue la celebración de la Vigilia Pascual, un momento muy especial para la comunidad cristiana en Nador.

El domingo fue un momento de reflexión y recogida, para pasar la experiencia por el corazón.

María Chica, joven abogada de Barcelona, nos deja este testimonio de su experiencia:

Pascua Melilla 2019

"De vuelta a casa, sentada en el avión y desde la altura, observo el paisaje como muchas otras veces había hecho. Pero esta vez mi mirada se detiene en la valla que separa Melilla de Marruecos. Este gesto, ahora consciente, revela que la Pascua en la frontera ha sido una oportunidad para conocer, desde distintas perspectivas, la realidad de los migrantes que, tras un camino cargado de dificultad, aguardan a la espera de cruzar la frontera en búsqueda de oportunidades; así como la delicada llegada de quienes logran cruzar.

La experiencia ha sido acompañada por algunos testimonios de algunos migrantes así como personas dedicadas en cuerpo y alma a cuidar a quienes se juegan la vida a diario en el cruce. El tiempo de espera a ese intento de salto de valla me habla de la muerte y de la resurrección de Jesús en este tiempo de Pascua.

Este tiempo de Pascua, vivido en clave comunitaria, me ha invitado a romper con las fronteras visibles e invisibles, las propias y las impuestas. A conocer en profundidad la realidad de los migrantes y cuestionarme el alcance de la libertad de movimiento. Fe y Justicia, en un mismo horizonte. Dios me invita a un tiempo de reflexión, de creación, de cuestionar las políticas migratorias que atentan contra los derechos humanos, dejar de vivir en la indiferencia y en la comodidad. Tiempo de quitarme la venda de los ojos, los tapones de los oídos, la cinta adhesiva de la boca para luchar y ser también testimonio del sufrimiento ante quien lo ignora.

La situación de la frontera está atravesada por el dolor y la impotencia, pero también por el amor de Dios. La resurrección de Jesús viene acompañada de sueños, y esa esperanza tiene rostro, nombre y apellidos, grabados en mi corazón".