Un numeroso grupo de ecuatorianos, más de cien, que viven en Cantabria se dieron cita en el Parque de Punta de Parayas, Maliaño Alto, en Camargo, para celebrar una gran fiesta, con motivo del Día de la Madre 2015.
Fueron llegando hacia las tres de la tarde. Muchos venían detrabajar, otros de los mercados, y la mayoría desde sus casas de Santander, Castro Urdiales, y otros puntos de Cantabria. Querían vivir un domingo, 10 de Mayo de 2015 en un ambiente de fiesta, de alegría, de unión. Para los ecuatorianos y para muchos pueblos de Latinoamérica es el segundo domingo de mayo cuando celebran esta fiesta en honor de las madres. Comida en el campo La comida fue compartida. Todos llevaban algo. Alimentos sabrosos que habían preparado en sus casas. Y se preparó una gran mesa, un gran mantel, y se iban depositando los alimentos. Alimentos que se mezclaban para que luego todos pueden comer algo de lo que cada familia había traído.
Se fue sirviendo, Marina Tulcanazo, presidenta de la Asociación Unión Solidaria Internacional Cántabra, organizadora de la Jornada de Convivencia, recibía los alimentos, los ponía una buena salsa, y distribuía a todos los que se acercaban. También se habían comprado platos de plástico, vasos, refrescos, servilletas, bolsas para recoger. Se deseaba que todos estuviesen bien atendidos. El sol daba fuerte, y el mejor sitio era situarse debajo de algún árbol. Todo el Parque estaba lleno de familias, de grupos, de personas que había ido, pronto, para disfrutar de un verdadero día de "primavera-verano". Rifa de regalos Acabada la comida, se pasó al sorteo. Cada socio de la Asociación había adquirido 5 papeletas, a dos euros, y vendía otras cinco a conocidos. Los premios eran significativos, y otros de gran valor: una televisión, un teléfono-móvil, una olla exprés, una batidora, una manta, un balón de futbol y un balón de baloncesto. Los niños fueron los encargados de ir sacando los números, y hasta una señora mayor, ecuatoriana de Imbabura-Otavalo, sacó la papeleta del premio gordo, el televisión. Se vivieron momentos de alegría, de pensar en ser el agraciado. Sí que lo fue la familia de Jaime Moreta y Patricia Cabasgando que les tocó, una manta y un teléfono móvil. Celebración de la Eucaristía Se cerró el día de fiesta con una Celebración de Acción de Gracias por las Madres. Fue Ñusta quien dio un saludo para todos. Y expresó, en alto y por el megáfono: "Queremos pasar este día unidos, como una familia, como ciudadanos que ya somos de Cantabria. Deseamos vivir un rato, un tiempo, para dar Gracias a Dios, que nos ama, que está contento con todos nosotros", y añadió: "le vamos a pedir todo lo mejor para nuestras madres, y para que vivan siempre con El las que ya no están en la tierra". Animó a vivir la Acción de Gracias a Dios, la Eucaristía, con paz, en silencio, con unión interior, con buen ambiente. Se repartieron las peticiones para que hubiese más participación, y a Dios se le pidió: " Señor, en este día, aquí, en el Parque de Punta de Parayas, te damos gracias por este buen día: de sol, de encuentro, de familia, de unión solidaria" Se expresó que se pedía lo menor para nuestras madres. Estamos muy agradecidos a ellas por todo lo que hacen por nosotros. Nos dan amor, cariño, comprensión, tolerancia, educación, valores. Por las madres que están ya en el Cielo, se deseó: "Que vivan felices contigo. Se lo merecen, porque hicieron mucho bien a nosotros y a nuestras familias". También se dijo: "Por nosotros que estamos aquí, en este bello lugar, viviendo esta Celebración de Acción de Gracias, para que nos llevemos bien, nos ayudemos, deseemos lo mejor para todos nosotros, y seamos buenas personas con todos". Los niños también hicieron su oración. "Señor, te pedimos por todos los niños y niñas, que seamos buenos hijos, buenos hermanos, buenos estudiantes, buenos compañeros en la clase, en el patio, en la ciudad". Y finalmente, se tuvo un recuerdo para todos los habitantes del mundo: "Señor, te pedimos por todos los hombres y mujeres que viven en el mundo. Por todos los hombres y mujeres de otros países que viven en Cantabria. Da, con nuestra ayuda, trabajo a todos, salud a todos, educación a todos, bienestar a todos. Fue una celebración de la Misa, en plena naturaleza, al aire libre, en un gran silencio, en una gran unión. Y se rezó el Padrenuestro cogidos de la mano, como una familia que pide a Dios la protección, la bendición. Algo bello, algo hondo, algo que llegó al corazón de todos. Y se acabó con un gran aplauso como signo de unión, de alegría y de agradecimiento a todos los presentes.
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